Los proyectos de RSE que la empresa Cerámica Alberdi logró llevar a cabo fueron cursos y capacitaciones de armado de huertas, muebles con pallets y por último, los cursos de mosaiquismo. Los mismos tuvieron la intención de capacitar a la comunidad para luego brindar herramientas en una etapa inicial de un emprendimiento.
En el primer contacto que Comunidad RSE tuvo con Cerámica Alberdi, dialogamos sobre la inauguración de la muestra de los trabajos realizados con mosaiquismo en el barrio El Milagro.
En esta oportunidad, entrevistamos a Ramiro Cornejo, gerente de la empresa, y profundizamos en los detalles de la fuerte visión de RSE que Alberdi proyecta, una visión que siempre tiene el objetivo de crear emprendedores a través de cursos de oficios que se relacionan con los materiales que provee la empresa.
¿Cómo surge la idea en Cerámica Alberdi de iniciar una gestión socialmente responsable?
El objetivo fue salir de lo asistencialista del asunto. Como cualquier empresa que trabaja con RSE, se va a seguir donando material a alguna entidad que esté próxima o se va a ayudar en el día del niño a los barrios vecinos o se donará madera para un comedor, como lo venimos haciendo. Pero la idea es sacar el foco del asistencialismo y ponerlo en lo que nosotros llamamos fomentar el emprendedurismo en los barrios y de ahí, cambiar el foco. En nuestro caso lo novedoso no fue tener una política de RSE, lo novedoso fue la forma de encararla.
¿En qué tiempo se dio esta transición?
El cambio concretamente lo esbozamos acá, en esta mesa, en una reunión con los dirigentes barriales. Esto fue en agosto de 2014 y en septiembre de ese mismo año pusimos en marcha el primer proyecto: Muebles con Pallets, en el centro vecinal de villa Mitre.
¿Cuánto duró este proyecto?
Aproximadamente 4 meses –de septiembre a diciembre-. Y a principios de 2015 nos focalizamos en aquellas personas que querían poner su emprendimiento a partir del curso. Hoy en día hay 4 emprendedores de ese proyecto.
Convocamos a todos aquellos que habían terminado el curso y les dijimos que nuestro nuevo objetivo era que arranquen con su empresa y que íbamos a apoyarlos estructurando todo lo que lo que esté a nuestro alcance para que logren concretar sus proyectos y armar su plan de negocio. Lo que hicimos fue facilitar el armado de ese negocio, que implica organizarlo y en segundo término que puedan conseguir financiamiento para comprar todas las herramientas necesarias. Lo cual requiere un esfuerzo por parte del futuro emprendedor.
Exige involucrarse y armar el propio plan de negocio, salir de la zona de confort. Una vez logradas estas cosas, parte de nuestro apoyo es darles facilidades para conseguirlas. La intención es formar empresas en serio, no formar personas dependientes de la Cerámica Alberdi. La idea es que ellos tengan realmente éxito, que finalmente tengan la capacidad de comprar sus insumos a nosotros o a quienes quieran. No queremos formar emprendedores que nos compren los materiales. La idea es que ellos logren una independencia.
¿Para comenzar, ustedes les proveen de estos materiales de forma gratuita?
Efectivamente, es gratuita. No es nuestra obligación proveerlos de estos materiales en forma permanente. Esto ocurre solo en el periodo de inicialización. Nuestro sueño es que ellos compren lo que necesitan a quienes quieran y que evolucione su negocio.
Ustedes habían comenzado a hacer RSE con un proyecto de huertas, los viveros forestales, después fueron los pallets y por último los cursos de mosaiquismo… ¿cuál podría decirse que fue el más atinado y exitoso, a modo de balance?
Son proyectos diferentes, cada uno cubre su espectro.
El de huertas fue el primero pero porque arrancamos con una huerta dentro de la empresa. De alguna forma este proyecto tuvo varios objetivos y todos los proyectos van a tener un común denominador que es fomentar acciones de emprendedurismo. Pero este, en particular, estaba enfocado a tomar conciencia sobre el cuidado del ambiente que tenemos. Este proyecto fue para mostrarlo puertas adentro, mostrarles a nuestros empleados la capacidad de poder hacer algo distinto en su casa.
De hecho, esto comenzó en la planta y luego se extendió a la casa de los empleados y en la segunda convocatoria, que fue el año pasado, la idea era que vengan los nuevos empleados y los empleados que habían asistido a la primera convocatoria y que, a su vez, trajeran a algunos de sus vecinos.
¿Con qué cupos contaban para este tipo de encuentros?
Era libre. Es un aspecto que se va a tener que perfeccionar como todo lo demás. Por ejemplo, en el proyecto de pallets nos costó conseguir convocatoria, principalmente por una cuestión de desconfianza y de hecho todavía existen prejuicios. Lo cierto es que este proyecto tuvo aproximadamente 40 asistentes pero de allí solo surgieron 4 emprendedores.
En cuanto al curso de mosaiquismo, también asistieron 40 personas pero aún no tenemos el número de emprendedores.
Nuestra tarea es aprender, en los futuros cursos, a filtrar diferente para tener más efectividad en las actividades que realizamos. Esto es uso de recursos, que después tienen un fin, consigan un objetivo o no.
Ahora estamos en una instancia de mesa de trabajo en la cual asisten 20 dirigentes barriales. En esta mesa nos propusimos un plan: ellos deben conformar una organización, definir las necesidades y de ahí en más organizarnos para realizar un plan en conjunto. Nuestro único requerimiento es que los participantes son barrios vecinos y los más próximos a la planta. Ahora tenemos que definir si destinamos la próxima actividad a los formadores de los barrios o a los mismos vecinos.
Creo que a medida de que esto tenga mayor impacto, logre mayor interés, y la gente vea verdaderamente que los muebles con pallets existen, que los murales con mosaiquismo están, nuestro nivel de requerimiento va a ser mayor.
¿Los formadores de estos cursos son voluntarios?
Todos ellos lo fueron. Hubo voluntarios de afuera y algunos de adentro de la empresa. Y este es otro objetivo, que cada vez haya mayor cantidad de voluntarios de la empresa. De esta forma todos estaríamos orgullosos de crear estos proyectos.
¿La empresa realiza algún tipo de incentivo para fomentar el voluntariado interno?
Les comunicamos permanentemente cuales son las acciones que se realizan. Tenemos una revista interna que se llama “Comunicándonos”, a través de la cual hablamos de la RSE de la Cerámica. Pusimos televisores en nuestro comedor donde se muestran este tipo de imágenes. Somos conscientes que estos proyectos nos van a llevar a tener un gran sentido de pertenencia.
Son procesos sociales que se desarrollan lentamente. Cuando arrancamos con los pallets nadie crea que podíamos hacerlo, con mosaiquismo ocurrió en cierta forma lo mismo. Pero una vez que concretamos los objetivos había mucha satisfacción. Hoy en día los vecinos se acercan a pedirnos que repitamos los cursos y nosotros, mientras, vamos estructurándonos.
Buscamos fuertemente que el vecino se involucre y se contagien de lo que estamos generando. Hay dos objetivos, uno es crear emprendimientos y otro más profundo vecinal y comunitario: ir transformando el barrio.
¿Qué tienen programado desarrollar para este año?
El 2015 ha sido un año difícil por las elecciones y de mucho cambio. Pero aun así pudimos cerrar el proyecto de mosaiquismo el 22 de diciembre. Ese fue el objetivo y lo cumplimos.
Ahora estamos reuniéndonos con los dirigentes barriales para comenzar esta nueva etapa. Además, queremos que el Gobierno también participe porque es muy importante que lo hagan, tanto a nivel provincial como municipal. Creo que lo van a hacer ya que con el ministerio de turismo hemos trabajado mucho y ellos han sido entusiastas desde los inicios.
Sentimos que es un proyecto que está abierto a los vínculos, es más, hasta otras empresas si están interesadas lo pueden hacer. La mejor noticia sería que este proyecto crezca tanto que se nos vaya de las manos y que adquiera una dimensión que supere nuestra capacidad.
Más allá de los cursos, y siguiendo con la RSE ¿La empresa cuenta con políticas de reciclaje y cuidado del agua puertas adentro?
Por supuesto. Nosotros estamos calificados con normas ISO9001 y normas ISO14001.
La primera garantiza la calidad de nuestros procesos y la segunda la que garantiza el cuidado del medio ambiente. Nuestros circuitos son cerrados. Al agua la reutilizamos, la rotura de cerámica es molida y se reutiliza 100%. Estamos dentro de esta política y de lo que nos exige la norma. Pero además, reciclamos dándole valor agregado, y este valor agregado en nuestro caso tiene que ver con lo económico y el impacto social. Es mucho más interesante para nosotros.
¿Qué relación tiene la empresa con el Nodo de RSE (Norte sustentable)?
Lo integramos y tenemos participación activa. Aportar y que otras empresas aporten su experiencia, es sumamente enriquecedor.
