Todos los días las noticias nos muestran evidencias de que el cambio climático está ocurriendo hoy y de que es necesario tomar acción colectiva para cambiar estas escenas. La ciencia nos indica que debemos reducir drásticamente nuestra huella de carbono, es decir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero generadas por nuestro estilo de vida, de producción, de consumo, movilidad y generación de residuos. Y que para mantenernos en un clima habitable es necesario bajar las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para 2030 y llevarlas a cero para 2050. Es decir: alcanzar la neutralidad de carbono.
“La neutralidad de carbono implica alcanzar un resultado neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), esto es, emitir a la atmósfera la misma cantidad de gases que se absorbe por otras vías. La absorción de los GEI se logra a través de sumideros de carbono: depósitos naturales (como los océanos y bosques) que absorben y capturan CO2 de la atmósfera, reduciendo así su concentración en el aire.” explica Federico Falcón, director de The Carbon Sink, organización especializada en medir y compensar la huella de carbono de individuos y empresas. “Sin embargo, aunque se logre esta paridad entre emisiones y compensación, los gases de efecto invernadero liberados previamente persistirán en la atmósfera durante décadas o incluso siglos, contribuyendo al calentamiento global. Por lo tanto, la reducción de emisiones es igualmente crucial” aclara.
A pesar de que cada vez más gobiernos y empresas asumen su compromiso con la neutralidad de carbono, el Carbon Disclosure Project (CDP), una organización dedicada a recopilar y evaluar datos climáticos de las empresas, ha revelado una falta de transparencia alarmante en estos compromisos. Solo un porcentaje mínimo de las organizaciones proporciona información detallada y completa sobre sus estrategias de transición climática.
Para abordar esta falta de claridad, se ha implementado en Europa la nueva directiva de Green Claims. Esta normativa tiene como objetivo regular las afirmaciones ambientales de las empresas, estableciendo criterios para garantizar que las declaraciones sobre la neutralidad de carbono sean verificables y confiables. Su intención es fomentar una comunicación honesta y responsable sobre los esfuerzos realizados por las organizaciones en la reducción de emisiones.
Marian Ventura, dueña de la agencia done! de comunicación especializada en sustentabilidad, nos brinda su punto de vista: “Al hacerse más popular el término, la neutralidad de carbono se empieza a utilizar de manera superficial y a veces engañosa. Por eso, mi recomendación es partir desde una postura humilde y transparente para comunicar la neutralidad de carbono. Explicar el alcance de la huella de carbono considerada; cómo se logró esa neutralidad, si fue por compensación o reducción; y sobre todo qué esfuerzos hará la organización para cambiar esa huella en el largo plazo. Porque sólo con una comunicación directa y honesta podremos ayudar a las personas consumidoras a tomar decisiones responsables, con confianza, y a la vez motivar a las empresas a hacer estos cambios, costosos pero necesarios, para alcanzar la justicia climática”.
Consejos para comunicar la neutralidad de carbono
1. Ser transparente sobre las emisiones actuales:
Antes de comunicar los esfuerzos hacia la neutralidad de carbono, es fundamental proporcionar información transparente y precisa sobre las emisiones actuales de la empresa u organización. Esto incluye detallar las fuentes de emisión y los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Al ser abierto sobre el punto de partida, se demuestra una comprensión realista de la situación y se establece una base sólida para los esfuerzos de reducción y compensación.
2. Establecer objetivos claros y medibles:
Definir metas específicas para los esfuerzos de neutralidad de carbono. Esto implica establecer objetivos de corto y largo plazo, que puedan ser monitoreados y verificados independientemente. Al comunicar estas metas, destacar los hitos alcanzados hasta el momento y los pasos concretos que se están tomando para lograrlos.
3. Describir las estrategias de reducción de emisiones:
Explicar las estrategias y acciones que se están implementando para reducir las emisiones de carbono. Ya sea la adopción de energías renovables, la eficiencia energética, la optimización del transporte u otras medidas específicas. Proporcionar detalles sobre los proyectos y las tecnologías utilizadas, y cómo contribuyen a la reducción de las emisiones. Esto ayudará a contextualizar los esfuerzos y a mostrar un compromiso genuino con la sostenibilidad.
4. Abordar la compensación de carbono con integridad:
Si la empresa u organización está compensando sus emisiones restantes mediante proyectos de compensación de carbono, es crucial abordar este tema con integridad. Comunicar de manera clara y transparente qué tipo de proyectos se están apoyando, cómo se seleccionan y cuál es el impacto real que tienen en la reducción de las emisiones. Y finalmente, asegurarse de que los proyectos sean verificables y cumplan con estándares reconocidos, como el Estándar Voluntario de Carbono (VCS).